La colección completa el trabajo de entregas anteriores, de otras temporadas, se entiende como un trabajo de continuidad que busca reafirmar los cánones y la estética de casa, más que como una nueva colección. La propuesta huye de la tendencia afianzándose en el concepto de moda de autor, artesana y atemporal que son la esencia de la marca.

“Vega” reinterpreta las raíces del entorno más cercano de la marca.

Pilar y su equipo trabajan de nuevo volúmenes contenidos, cuerpos ajustados y faldas con vuelo, vestidos estructurados, pantalones de talle alto, faldas con textura, chaquetas sin mangas y sus grandes clásicos revisados como el Delphos Pilar Dalbat.
Chalecos y picos, must-have de la marca, reaparecen con transparencias y nuevas texturas componiendo la parte más primaveral de la colección.

La colección, compuesta por 31 looks combina las texturas del tweed o del lino, con la vaporosidad de los tules y las gasas. La gran novedad para el verano del 24 la transparencia del plexiglas, que mezclado con el resto de los tejidos se suma al metacrilato (una de las señas de identidad de la marca) y añade esta temporada una transparencia divertida y casi futurista. Pilar Dalbat costruye una imagen femenina anclada en el entono que describe.

El barómetro de color, va del amarillo limón al verde agua pasando por el tabaco y tierra metalizados y los rosas anaranjados.
Las prendas de noche apuestan por los metalizados y el detalle de los bordados hechos a mano.

Pilar Dalbat ha trabajado en esta colección recuperando una vez más el paisaje arquitectónico como inspiración y fuente de recursos para la concepción de piezas realizadas artesanalmente en su taller situado en el corazón de Granada.